El Centro Cultural de la UNC cerró el ciclo dedicado al centenario de Wojciech Has con la proyección de su obra maestra El manuscrito encontrado en Zaragoza.
El martes 21 de octubre marcó el cierre del ciclo de cine polaco dedicado al cineasta Wojciech Jerzy Has (1925–2000), con la proyección de El manuscrito encontrado en Zaragoza en el Centro Cultural de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). La propuesta, organizada por la Embajada de Polonia en Buenos Aires y la Fundación Ava Arts de España, contó con el apoyo del Consulado Honorario de Polonia en Córdoba y el Instituto Adam Mickiewicz. Se llevó a cabo en el marco de un proyecto cofinanciado por el Ministerio de Cultura y Patrimonio Nacional de Polonia.
La experiencia cinematográfica fue inmersiva. Contó con una sala confortable con aire acondicionado, sonido e imagen de alta calidad y sin ruidos que interfirieran con la proyección. La película se presentó en su idioma original, con subtítulos en español, lo que permitió a los espectadores disfrutar de la autenticidad de la obra. Alrededor de treinta personas asistieron a la función, en su mayoría mayores de sesenta años, lo que evidenció un público maduro y particularmente interesado en las artes y la memoria cultural.
Antes de la proyección, el cónsul honorario Enrique Wojnacki dio la bienvenida al público y destacó el valor del ciclo como homenaje a un creador fundamental del cine polaco. Según explicó, “el proyecto, ideado por Joanna Bardzinska, nace en la Fundación Ava Arts para homenajear al realizador polaco Wojciech Jerzy Has en el centenario de su nacimiento”. Bardzinska, doctora en Comunicación Audiovisual por la Universidad Complutense de Madrid, ha dedicado su carrera al estudio del cine polaco y español, y fue una de las impulsoras del evento.
El manuscrito encontrado en Zaragoza (1965), basada en la novela homónima de Jan Potocki, es considerada una obra maestra del séptimo arte. Admirada por directores como Luis Buñuel y Martin Scorsese, la película combina fantasía, surrealismo y drama en una narrativa de estructuras encajadas, donde las historias se entrelazan unas dentro de otras. El joven oficial Alfonso van Worden, protagonista del relato, atraviesa un paisaje físico y espiritual poblado de alquimistas, demonios y bandidos. La cinta reflexiona sobre la relatividad de la experiencia humana y la imposibilidad de alcanzar una verdad absoluta, explorando los límites entre el sueño, la ilusión y la revelación.
En palabras de Wojnacki, Has fue “uno de los cineastas más originales y reconocidos de Polonia, célebre por su estilo visual poético, su narrativa no lineal y su interés por los temas de la memoria, el tiempo y la identidad”. Esa impronta estética, marcada por atmósferas oníricas y laberínticas, estuvo presente en cada plano de la proyección, que mantuvo la atención del público durante gran parte de sus tres horas de duración.
Lucas Rodríguez, uno de los jóvenes que asistieron a la proyección, destacó la calidad de la obra y del espacio: “Teniendo en cuenta que es una película de 1965, fue algo muy bien producido y ejecutado para la época”. También subrayó el confort de la sala de la UNC, que contribuyó a una experiencia cinematográfica completa.
El ciclo permitió acercar al público cordobés una muestra significativa del cine polaco, ofreciendo un espacio gratuito de acceso a otras culturas y formas de narrar. Según el consulado, estas instancias culturales abren “una mirada desde la visión de un pueblo que vivió en carne propia las experiencias de las grandes guerras y el desarraigo, el desafío de pensar en otro idioma”.
La proyección de El manuscrito encontrado en Zaragoza cerró así un recorrido de tres martes consecutivos dedicados al universo visual y simbólico de Wojciech Has, reafirmando el valor del cine como puente entre memorias, tiempos y geografías.
