Intervención Ni Una Menos frente al Patio Olmos por el doble femicidio en Villa Serrana

Tras el doble femicidio en Villa Serrana, Ni Una Menos Córdoba llamó a una convocatoria frente a Patio Olmos para exigir justicia por las víctimas y responsabilidad por parte de las autoridades.

Entre lágrimas, abrazos y peatones molestos, el colectivo feminista cordobés dio su grito de adiós a Luna y Mariel, víctimas del crimen de género del pasado sábado 11 en el barrio Villa Serrana. El caso tomó gran relevancia en los medios y redes sociales ya que el acusado, Pablo Laurta, es el fundador de Varones Unidos, un espacio antifeminista dedicado a cuestionar las llamadas “denuncias falsas” por violencia de género. Además, esta agrupación tuvo la legitimación de figuras como Agustín Laje y el propio círculo de la presidencia argentina. La violencia simbólica, digital y el discurso antifeminista fueron los principales focos de indignación en esta intervención de Ni Una Menos.   

Agrupaciones, militantes y ciudadanas auto-convocadas intervinieron la Avenida Vélez Sársfield en reclamo por Luna y Mariel.

La convocatoria fue aproximada para las seis de la tarde en la explanada frente al Patio Olmos. A diferencia de otros encuentros del colectivo, este comenzó tímidamente entre algunas de las concurrentes, esperando la movilización entre charlas dispersas. Del otro lado de la calle, representantes de la Policía Federal también se encontraban esperando el comienzo del encuentro. 

Entre el calor y el caos automovilístico de la Avenida Vélez Sársfield, las astas portadoras de banderas empezaron a caminar hacia el punto de encuentro. Así se anunciaba la llegada de agrupaciones como la Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba (UEPC), el Plenario de Trabajadoras de Córdoba (PDT), la Asamblea Ni Una Menos y el Frente de Izquierda (FIT).  

Así, veinte minutos después del llamado a convocatoria, comenzó a tomar forma la convocatoria. Las representantes de las distintas agrupaciones tomaron la batuta (o en este caso, un megáfono de lentejuelas verdes) y empezaron a congregar a las asistentes a través de canciones y gritos de justicia. 

El clima de timidez se disipó rápidamente, mujeres y disidencias de todas las edades se encontraban en grupos de amigas, de militancia o incluso solas, pero la búsqueda del abrazo entre compañeras y la limpieza de lágrimas empezó a repetirse, o mejor dicho, a contagiarse. Por su lado, los peatones, quienes no se acercaban con expresiones de extrañeza, esquivaban con frustración. Los autos y colectivos bocineaban al ver que la policía empezaba a poner vallas para cortar la mitad de la calle. 

El reclamo y el cántico empezó a sonar más al unísono con el paso del tiempo y el ritmo de la murga: “Señor, señora, no sea indiferente, nos matan a las pibas en la cara de la gente”, gritaba el grupo de unas cien personas bajando a la calle, pujando por abarcar toda la senda peatonal  a pesar de los bocinazos, los insultos de peatones agitados y el pecheo de la policía. 

La convocatoria comenzó frente al Patio Olmos aunque el movimiento fue ganando terreno sobre la senda peatonal.

Pasada la hora y media, la calle completamente cortada y entrando la noche, los cantos por Luna y Mariel tornaron en una presencia para siempre, en palabras del lamento colectivo. A la par del canto, un grupo hizo carpa ante el viento que empezaba a silbar, envolviendo un altar en banderas para mantener la llama viva de las velas que alumbraban los rostros de las víctimas. En este momento, la tensión y el calor del enojo evaporó las lágrimas de frustración previas, el reclamo en unidad dejó atrás los grupos aislados. 

Después de la preparación del altar, una representante del PDT tomó la palabra para reclamar al gobierno nacional y a las autoridades de Córdoba por su complicidad ante un crimen previamente anunciado y meditado: “Tenemos que seguir organizadas, por eso este jueves la asamblea Ni Una Menos vuelve a reunirse para discutir un plan de lucha para que esto no pase nunca más”. La disertación terminó dando un cierre a la jornada y convocando al movimiento feminista cordobés a reunirse, a “tejer redes” en los espacios cotidianos y con una invitación asamblearia para en la Facultad de Derecho, este jueves a las 18 horas. 

Así, las concurrentes empezaron a disertar la convocatoria gradualmente, sumando el movimiento policial para quitar las vallas y buscando renovar el flujo del tráfico. En esta dispersión de las agrupaciones, algunos concurrentes dieron su testimonio a El Aspirante desde el anonimato.  En el caso de Micaela, representante de Las Mechas Espacio de Género y Diversidad expresó que es de gran importancia el rol de las organizaciones barriales y su protocolos de movilización, pero que esto no evita la realidad de que ninguna mujer está exenta del riesgo de ser víctima de feminicidio.  “Nosotras vivimos cerca de la casa donde mataron a estas chicas y no se sabía nada en el barrio hasta que empezó a salir en las noticias” -expresó Micaela- “Lamentablemente, si no hubiese sido por la campaña política no las hubieran encontrado tan rápido”, concluyó.