Por Lola María Aimasso y Morena Sofía Goitea

Vanina Papalini, docente de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC)  e investigadora del CONICET, dirige el grupo de investigación sobre el uso de terapias alternativas de Córdoba. El equipo de investigadores llevó a cabo la primera encuesta sobre las preferencias de la comunidad cordobesa en torno a las medicinas alternativas y complementarias.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la medicina alternativa es un amplio y diverso conjunto de prácticas de atención de la salud, que no forman parte de la tradición propia de un país ni de su sistema de salud oficial. La investigadora Papalini comentó que el uso de este tipo de prácticas generan interrogantes, no solo para investigadores, sino también para los profesionales del área de salud. 

La investigación del CONICET, señala que más de un cuarto de la población cordobesa recurre al uso de este tipo de medicinas, incluyendo el yoga y la meditación. En cuestiones de género, el uso de medicinas alternativas se centra mayormente en el género femenino, con el 60% de los usuarios. 

“La investigación da cuenta de cierta desconfianza y cierta crítica a la biomedicina que es necesario tener en cuenta”, dijo Papalini. 

Los investigadores consideran que las razones por las que se utilizan crecientemente este tipo de medicinas, se debe a un cambio de paradigma en materia de concepción de la salud. “Se observa un cambio gradual en el paradigma de salud y bienestar, que parece volverse un poco más holístico. Es importante porque permite entender que la población no se interesa sólo por sanar el cuerpo sino por su calidad de vida” dijo la investigadora.

Usualmente el término salud va acompañado a la idea de no poseer enfermedades, sin embargo, las medicinas alternativas suponen mayor conciencia y cuidado respecto al bienestar general del individuo.

En cuanto al futuro de este tipo  de investigación, el grupo se propone continuar midiendo el uso de medicinas alternativas y así, evaluar  su impacto en las prácticas de la salud tradicional.