Bajo un cielo de vidrio, entre torres de cartón y montañas de hojalata, tuvo lugar la 25° edición del festival Asteroide.

La fiesta gráfica más querida de Córdoba se presentó en el Museo Metropolitano de Arte Urbano, y reunió más de 60 ponencias artísticas en un mismo subsuelo.
La metáfora de subsuelo le viene como anillo al dedo. El arte gráfico es principalmente un medio underground. Las imprentas y las grandes editoriales suelen pasar por alto estas producciones y una visita alrededor del Asteroide ejemplifica por qué.
El fanzine: arte sin reglas
El principal medio artístico gráfico de la comunidad es el del fanzine. Se trata de una publicación casi historietil, sobre cualquier cosa. Puede ser narrativa, artística, poética, prosaica, política o autobiográfica. Es uno de los medios de expresión más libres que hay; cada artista elige cómo plasmar su visión en el papel haciendo uso de cualquier herramienta disponible. Ese es otro punto importante del fanzine, se hace con lo que uno tiene a mano.
Una puesta interesante, presente en la muestra, fue el programa de conservación del fanzine en Córdoba: Ctrl+P. Un archivo de publicaciones (fanzineteca) que existe en la docta desde hace más de 20 años. En su caótico interior residen más de 1000 papeles doblados, que cuentan la historia de una cultura colectiva, comprometida y personal; bien plantada en raíces de grafito y tinta a una ciudad centenaria.

Para saber más sobre Ctrl+P, la fanzineteca más grande de Córdoba, podés visitar su cuenta de instagram, @festivalctrlp.
El espíritu libre del fanzine se apreció en todo su esplendor. Algunos artistas ofrecían los propios sobre delfines desempleados de Traslasierra, otros de la Mona Jimenez, y muchos autobiográficos. El medio, al fin y al cabo, es un arte muy personal. Intrínseco del propio artista. Constituye una visión de su estilo que se aprecia tanto en el arte como en el formato en el que lo presenta.
Las caras del festival
“Acá con mi hermana Gise quisimos hacerlo todo del viejito porque nos gusta mucho”, cuenta Melisa, tras su stand de fanzines, stickers, cuadros y remeras de La Mona, “cuando éramos muy chiquitas, convivimos mucho con nuestra abuela, que escuchaba todo el tiempo”, rememora.

“De ahí heredamos el gusto”, convino su hermana, sonriendo.
“Trabajo principalmente con las cosas que me gustan, Johnny Cash o The Clash”, contó el puestista Daniel a El Aspirante, “hago muchas cosas relacionadas a la cultura japonesa porque mis padres son japoneses”.
“Es la manera en la que transmito un poco de su cultura”, admite.

Lo político, lo colectivo
El festival, como el arte que celebra, tuvo una fuerte impronta política. Axiomas como “La salida es colectiva”, promovían la unión del gremio de los artistas gráficos de córdoba. También muchas de las publicaciones independientes caen en el ámbito de la militancia. Fanzines, cuadros o remeras apegados a causas como el feminismo, el socialismo o el antifascismo estuvieron muy presentes en cada puesto. Alrededor de las 17:30, se desplegó un cartel en la parte superior del museo que rezó “Que aparezca Tehuel”, en relación a la desaparición en democracia de Tehuel de la Torre.

Musicalización
Durante gran parte del evento, el hojeo de papeles, la revisión de remeras y la charla con los artistas tuvo como musica de fondo una electrónica jazeera. Alrededor de las 21 comenzó a tocar Dramamine, una banda local de la ciudad de Córdoba.
Después de varios inconvenientes, finalmente pudieron presentarse y ponerle el moño a la noche. Su interpretación acompañó a los artistas mientras guardaban sus publicaciones y se preparaban para regresar a casa.
Más información sobre Festival Asteroide en su Instagram: @asteroide556