Una tarde calurosa de lunes estudiantes de la FCC realizaron una visita antropológica a la Casona del Pueblo de La Toma para conocerla por dentro.

Cerca de las 15:30 horas, llegamos a León Pinelo 32 para realizar una visita etnográfica con el Seminario de Antropología y Comunicación. Luego de una breve espera, nos abrieron el portón lateral para ingresar al amplio patio de la casa.

El ingreso fue casi silencioso, entre los alumnos solo se oían los pasos entre las hojas secas y los murmullos en voz baja. El lugar contaba con algunos murales con referencia a las historias del pueblo, pero apenas adornaban una fachada abandonada, pues las habitaciones alrededor del patio solo eran cuartos oscuros y enmudecidos.

En medio del patio, yacía un árbol con más de 600 años al cual la comunidad la llaman la abuela Taku y a su lado prepararon una fogata que acompañó la  toda la visita y que también tenía un propósito especial.

Me senté en una de las piedras que estaban colocadas alrededor del fuego y comencé a escuchar a los residentes de la comunidad. Todos contaron sus historias personales y nos indicaron un poco los orígenes del pueblo comechingón, mencionando que la casona fue tomada por la provincia en el año 1976 para ser una comisaría.

Entre relatos, estos integrantes de la comunidad eran representantes de sus familias, el cual reciben el nombramiento de Curacas y son aquellos que se permiten hacer el ritual o ceremonia de las tardes, además de mencionar que tienen uno por la noche. El ritual, llamado Saumo, fue realizado y nos invitaron a todos los presentes a ser parte de ella.

Dicha actividad comenzó saludando a los cuatro puntos cardinales y al sol. Posteriormente, una hincada al suelo para tocar la tierra como señal de saludo. Ya como tercera instancia, los curacas tomaban algunas brasas del fuego que prendieron al centro y las colocaron en una vasija con cuatro tipos de plantas: El romerillo, el incayuyo, la savia blanca y la contrayerba. Con el humo que se formaba, me pasaron por arriba, abajo y los costados del cuerpo. Concluyendo el rito con una caminata de tres vueltas al árbol cantando una canción que recita un poema escrito por Fernando Magnus, un curaca ya fallecido que fue partícipe en La Toma.

Finalmente, anunció que el sábado 13 de septiembre, harían la presentación del libro (Des)memorias de la Docta: procesos contemporáneos de emergencia étnica en Córdoba, escrita por el profesor José María Bompadre con la presencia de otras autoridades y comunidades indígenas, acompañados de música de Irupe y Sandro Rodríguez. Así transcurrió la tarde en el barrio de Alto Alberdi.