El sábado 26 de octubre, Río Tercero celebró el 50 aniversario de La Casa del Instrumento Musical con un evento gratuito y la participación de unos 50 artistas. Desde las 18:30 el evento tuvo lugar en la esquina de Acuña y Sarmiento, con entrada libre y gratuita. La celebración Reunión a aproximadamente 50 artistas, creando un día lleno de música y nostalgia.

La historia de La Casa del Instrumento Musical comenzó a principios de los años 70, cuando César Mercado enseñaba guitarra en su casa. Sin embargo el ruido del aula y el humo del cigarrillo llevaron a su madre María a sugerirle que buscara un lugar más adecuado. Así, en 1974 César alquiló un pequeño espacio en Alsina 89 frente al municipio, donde empezó a ofrecer instrumentos y accesorios musicales en medio de un creciente interés por la música en la comunidad.

En 1978, César y su esposa Mónica Lelli decidieron mudarse a un salón más grande en Bolívar 111, donde también comenzaron a ofrecer cursos avanzados para profesores de música. “Éramos una familia y compartíamos la atención al público”, recordaba Mónica quien jugó un papel integral en el proyecto.

La familia Mercado Lelli soñaba con un lugar propio y, en 1986, tras la restauración de la democracia encontraron una esquina histórica en Acuña y Sarmiento. Dos años después inauguraron un gran salón que se amplió en medio de la crisis económica de los 90 para satisfacer la creciente demanda de instrumentos, culminando en 1993 con la instalación actual.

La Casa del Instrumento Musical no solo vendió instrumentos, sino que se convirtió en un punto de encuentro para músicos. En 1999 iniciaron un festival de música callejera, fortaleciendo su vínculo con la comunidad. En 2010 abrieron una sucursal en Alta Gracia dirigido por Javier, uno de los hijos del matrimonio.

Con 50 años de trayectoria, la familia ha sido testigo del desarrollo cultural de la región y se mostró optimista sobre el futuro. Durante la celebración reciente, cada nota resonó en honor a cinco décadas de música y quienes colaboraron con alimentos para el Comedor Social El Buen Samaritano, participaron en el sorteo de instrumentos, reafirmando así su compromiso con la comunidad. Río Tercero estuvo listo para honrar su legado musical.