Trenes abandonados en Alta Córdoba.Créditos: La Voz.

Un ciudadano del área metropolitana de Córdoba paga un boleto diez veces más caro que su par en el AMBA (Área metropolitana de Buenos Aires), tiene el triple de espera entre frecuencias, demora más tiempo en llegar y las opciones de medios de transporte son nulas.

Los resultados surgen de analizar como viaja un ciudadano del Partido de Ezeiza, provincia de Buenos Aires y su par de Alta Gracia, provincia de Córdoba. Ambas municipalidades se encuentran a distancias similares con respecto a los centros de sus áreas metropolitanas, 35 y 37 kilómetros respectivamente. Sin embargo, las diferencias entre ambas no podrían ser más abismales.

El Partido de Ezeiza ubicado a 35 kilómetros de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) forma parte de un entramado urbano conocido como AMBA, que nuclea a múltiples jurisdicciones municipales de la provincia de Buenos Aires que se encuentran bajo el área de influencia de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). Quienes viven en este municipio cuentan con la posibilidad de desplazarse hacia la capital por un precio de 400 pesos, viajando en la linea de tren Roca que cuenta con una frecuencia de 20 minutos entre trenes y que en 45 minutos aproximadamente los alcanza a la Estación Constitución de CABA.

En tanto, el Municipio de Alta Gracia se ubica aproximadamente a 37 kilómetros de la ciudad de Córdoba y forma parte de su área metropolitana, también denominada Gran Córdoba. Quienes allí residen y decidan viajar hacia la ciudad se encuentran con la realidad de tener que afrontar un costo de boleto de colectivo que ronda los cuatro mil pesos, una frecuencia de una hora entre cada colectivo y una duración de viaje de una hora y cuarto aproximadamente. Como detalle adicional, el servicio es provisto por sólo dos empresas de colectivos. ¿La alternativa? El vehículo particular.

Nobleza obliga, la población del municipio de Ezeiza ronda los 200 mil habitantes mientras que Alta Gracia se ubica cerca de los 67 mil. Esto podría llevar a creer que la comparación peca de tendenciosa; sin embargo, basta con remontarse a la historia para entenderla.

La estación Ezeiza existe desde el año 1885 tras la muerte de José María Ezeiza cuyos familiares decidieron donar las tierras que poseía para la construcción de la estación de tren. En ese entonces Ezeiza no era más que un pequeño pueblo rural que se especializaba en los tambos, alrededor de la estación sólo podían verse algunas pocas casas hacia el principio del siglo XX según declara el propio municipio en el sitio web.

Al día de hoy el sistema ferroviario del AMBA, que incluye al partido de Ezeiza, se encuentra gestionado por el Estado nacional. Del otro lado tenemos a Alta Gracia cuyos trenes de pasajeros dejaron de operar desde 1977 y los trenes de carga desde 1993. Los altagracienses dependen de dos empresas privadas para viajar a la ciudad capital. Y si bien en los últimos años han habido intentos por parte de los residentes de reactivar los trenes como alternativa, sus propuestas han sido desoídas por los gobiernos provinciales y nacionales.

Ante este panorama quizás sería bueno preguntarnos, en un país que declama la forma federal de gobierno, ¿por qué un ciudadano de Alta Gracia debe afrontar costos 10 veces superiores para un mismo trayecto cuando su par bonaerense goza de cuantiosos subsidios? ¿Por qué no ha habido inversiones en sistemas de transporte para otras áreas metropolitanas? ¿Bajo qué fundamentos se sostiene a través de organismos nacionales los sistemas de transporte del Gran Buenos Aires mientras se discrimina a la segunda área metropolitana del país, como lo es Córdoba?

Lamentablemente las respuestas parecen estar lejos de llegar.