El 11 de octubre, Candlelight ofreció un nuevo concierto en Córdoba, esta vez con un tributo a Luis Miguel. En el Teatro de la Cañada, convocó a un público que disfrutó de una experiencia distinta, marcada por la luz de miles de velas y la interpretación en vivo de un cuarteto de cuerdas.
Desde la entrada, el ambiente impresionaba por su puesta en escena. Las velas se distribuían por todo el recinto, no solo en el escenario, y su ubicación respondía a pautas específicas: mantener una distancia determinada entre ellas, combinar los cinco tamaños disponibles y orientarlas hacia el frente para lograr el movimiento de la llama deseado.
El equipo busca colocar la mayor cantidad posible de velas, que suelen variar entre 5.000 y 20.000 unidades, sin formar figuras estructuradas, para mantener un efecto visual equilibrado y natural.
Como en cada ciudad donde se presenta, Candlelight apuesta al talento local. En Córdoba, la música estuvo a cargo del Cuarteto Lúmina, integrado por Katherine Andara y Carlos Pinto (violines, Venezuela), Constanza Trucco (viola, Jujuy) y Rosel Rojas (violoncello, Córdoba).
El grupo dio una breve bienvenida al público antes de comenzar con el repertorio. La primera canción fue “La incondicional”, uno de los clásicos más reconocidos de Luis Miguel. A partir de allí, las piezas se sucedieron casi sin pausas, en un recorrido por varias de las canciones más emblemáticas del artista.
Además de su propuesta visual y musical, Candlelight mantiene reglas que hacen única la experiencia: no se permite el uso de celulares ni el ingreso al recinto una vez iniciado el concierto. Solo durante la última pieza se autoriza al público a sacar fotos o grabar videos.
El espectáculo tuvo una duración aproximada de 60 minutos, y combinó música, luces y una ambientación cuidadosamente diseñada para generar un clima íntimo y diferente. Una propuesta que confirma el éxito del formato Candlelight en Córdoba, donde cada presentación se convierte en una experiencia sensorial y cultural destacada.
