Una primera etapa de investigación sobre la implementación del Programa de Telesalud en atención primaria durante la pandemia reveló una serie de obstáculos significativos, pero también avances notables que marcaron el rumbo de la salud digital en el país.
Entre las principales dificultades detectadas se destacan la desconfianza inicial de los usuarios, motivada por el temor a posibles estafas y dudas sobre la seguridad de las comunicaciones; la preocupación por el manejo de datos sensibles; la falta de capacitación del personal sanitario en el uso de tecnologías de la información y comunicación (TIC); y las limitaciones de acceso a internet o dispositivos adecuados por parte de la población. Sin embargo, se indica que el proceso de institucionalización del programa, acelerado por la emergencia sanitaria, fue clave para superar muchas de estas barreras.
Durante la pandemia, el servicio de telemedicina comenzó como un centro de atención COVID, mediante un call center que respondía consultas sobre testeos, síntomas y seguimiento de pacientes. Con el tiempo, y a medida que la situación sanitaria se estabilizaba, el sistema se transformó para dar respuesta a pacientes con enfermedades crónicas, incorporando plataformas como Webex para realizar videollamadas. No obstante, la accesibilidad seguía siendo un reto, por lo que muchas veces las consultas terminaban resolviéndose a través de llamadas telefónicas o WhatsApp. En la actualidad, el Programa cuenta con un espacio físico especializado en teleconsultas dentro del Hospital Materno Neonatal, lo que evidencia el grado de consolidación alcanzado.
Tal como expone una investigadora especializada en el tema, Victoria Mendizábal, el sostenimiento de la salud digital en el sistema post-pandemia requiere institucionalizar las prácticas desarrolladas, fortaleciendo redes de trabajo colaborativo a distancia. Además, resulta clave impulsar nuevas herramientas como la historia clínica electrónica, así como la digitalización de turnos y resultados médicos, junto con instancias de formación para el personal de salud.
Estas conclusiones, basadas en entrevistas con referentes del Programa, permiten vislumbrar un futuro donde la telesalud no solo complementa la atención presencial, sino que también amplía su alcance y eficacia en el sistema de salud pública.
