Investigadores e investigadoras de la Universidad Nacional de Córdoba advierten que la pavimentación de la ruta E-64, que une Malagueño con La Calera atravesando la Reserva Natural de la Defensa La Calera, podría desencadenar impactos negativos sobre el ambiente, la memoria histórica y la dinámica urbana de la región.
Desde el Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal (IMBIV, UNC-CONICET), especialistas subrayan que la reserva constituye un corredor verde de gran valor, con ecosistemas que incluyen espinales, bosques serranos y pastizales. Allí habitan especies vegetales y animales que podrían verse afectadas por el aumento del tránsito vehicular, la contaminación lumínica y sonora, la acumulación de residuos y el riesgo de incendios.
La bióloga Melisa Giorgis remarca que este espacio natural no solo tiene valor ecológico, sino también social, urbano e histórico. “La pavimentación puede promover un crecimiento urbano desordenado en Malagueño y La Calera, generando presión sobre servicios públicos e infraestructura”, señaló.
En la misma línea, Emiliano Salguero, integrante del grupo de restauración ambiental de la UNC, advirtió para el portal UNCiencia que el predio posee un fuerte componente histórico: allí se encuentran vestigios vinculados al ex centro clandestino de detención La Perla, donde se estima que más de 2000 personas fueron asesinadas y desaparecidas. En consonancia con esto, señalaba: “Hay una idea que busca naturalizar que no vamos a encontrar estos restos y que no tiene sentido buscarlos. El asfalto sobre esta ruta viene a consolidar esa idea”.
Antecedentes
El debate en torno al futuro de la reserva no es nuevo, sino que tiene un largo historial de años sostenido por vecinos y organizaciones ambientales. La última actualización se dio por parte del Foro Ambiental Córdoba, que había reclamado para que el predio no sea destinado a fines inmobiliarios ni transferido sin garantías de conservación. Según advirtieron en presentaciones formales, existen versiones periodísticas sobre posibles cesiones de terrenos a la Provincia como pago de deudas previsionales, lo que abriría la puerta a usos incompatibles con la preservación ambiental.
Además, la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) de Córdoba señaló que el proyecto de asfaltar la ruta atravesaría sectores próximos al Sitio de Memoria “La Perla”, lo que representa un riesgo directo para la conservación de la memoria histórica y cultural del país.
Ante este panorama, Giorgis sostiene que la obra, en caso de avanzar, debería enmarcarse en un ordenamiento territorial participativo y a largo plazo, que contemple no solo el desarrollo vial, sino también la protección de ecosistemas, cuencas hídricas y sitios de memoria.
Cabe recalcar que los terrenos que hoy conforman la reserva pertenecen al Ejército y se extienden en una zona estratégica, delimitada por la ciudad de Córdoba, la autopista a Carlos Paz, el dique San Roque y la localidad de La Calera. Hace más de diez años, el área fue declarada reserva natural bajo jurisdicción de la Defensa (RND), una categoría que se le asigna a predios militares con valor ambiental. Esa figura legal establece un régimen de protección donde se demanda que el Estado garantice su resguardo en base a su importancia ecosistémica y su capacidad de minimizar el impacto biológico de las actividades militares.
Aunque las advertencias continúan multiplicándose, el gobierno provincial no pareciera ceder ante la presión de vecinos y organizaciones. A vista de todos, la decisión de avanzar con la obra muestra hasta qué punto pesa más la lógica del desarrollo inmediato que la conservación de un espacio natural e histórico que, para incluso las voces profesionales, debería ser intocable.