En el marco del congreso de la Asociación Argentina de Ciencias del Comportamiento que se llevó a cabo del 17 al 19 de septiembre en la Universidad Nacional de Córdoba, además de congresistas profesionales, hubo jóvenes estudiantes de la Facultad de Psicología que presentaron posters enfocados en problemáticas actuales de salud mental.
En conversación con “El Aspirante”, Sofia Davicino, estudiante de psicología de 3º año y participante del Instituto de Investigaciones Psicológicas desde el primer año de cursada, comentó acerca de su experiencia en el congreso, las principales preocupaciones del ámbito en la salud mental de jóvenes universitarios y sus motivaciones para seguir apostando a la ciencia argentina.
Además de ser parte de las charlas de profesionales en el congreso, Sofía, acompañada de Pedro y Ayelen, plantearon su presentación a raíz de la motivación que le generó la investigación de la investigadora Lisa Felman Barret. La autora escribe acerca de si las categorías en psicología, son naturales o construidas. Muchas fuentes determinaron que la psicología está más caracterizada por conceptos o categorías que no son naturales.
En palabras de Sofía: “Las neurociencias suelen estar muy orientadas a encontrar biomarcadores de la depresión, o cuál es la zona que se activa cuando tenés miedo, cuál es la huella o el gen de la ansiedad, muy orientada a esa parte. Nos sorprendió ver que distintos autores recientemente están diciendo, “No hay biomarcadores ni para la depresión, ni para ansiedad, ni para el miedo.”
El enfoque de su trabajo, entonces, estuvo en demostrar las contradicciones en relación a la depresión que existían entre publicaciones psicológicas de los últimos 5 años. “Revisamos distintos metaanálisis de depresión y resonancia magnética funcional y los comparamos, y encontramos contradicciones entre hiperconexión e hipoconexión entre la red frontoparietal”, explicó.
A través de su investigación, el equipo proponía una alternativa más contextual debido a que su objetivo era orientar la indagación psicológica.“Todo esto, estos biomarcadores o esta orientación en neurociencias, guían también las investigaciones en medicalización. Nosotros lo que proponemos era, “Ey, neurocientíficos, atiendan a este aspecto”, finalizó Sofía.
De la investigación a la comunidad: compromiso estudiantil en tiempos de crisis
¿Cuál crees que es la importancia de hablar de la salud mental, enfocada en estudiantes y jóvenes?
-En primer lugar, una de las motivaciones del trabajo era la crisis en salud mental que estamos atravesando. Por un lado, la sobre diagnosticación de que una de cada tres personas padece un padecimiento mental. Y a la vez, en paralelo, la infra diagnosticación de un montón de personas que por un sistema colapsado no pueden llegar a sus diagnósticos y a sus tratamientos.
En las organizaciones en las que participas constantemente están desarrollando investigaciones que le pueden servir a muchos jóvenes. ¿Crees que las redes sociales desinforman o pueden servir de alcance?
Vemos mucho en investigación que la gente que hace trabajos o que tiene sus proyectos no está implicada en hacia dónde va a ir eso después. Está el plan de acción pero eso no involucra un posible proyecto. No se sabe qué se hace con esa información que se produce, con ese nuevo conocimiento. Hablamos mucho de que deberíamos involucrarnos en eso también, como productores de conocimiento, porque si no esos lugares los ocupan otros, y particularmente en las redes, dónde hay mucha desinformación.
“Personalmente a mí me interesa mucho todo este lado de las neurociencias y de la psicología basada en la evidencia, porque siento que tiene mucha salida en políticas públicas. Es lo que más me interesa. ¿Para qué se produce conocimiento, si no es para la comunidad?”, finalizó.