Carlos Orzaocoa y Mariana Orzaocoa en la Imprenta del Pueblo Roberto Matthews - Gabriel Orge

El ex militante del PRT-ERP y referente de la Imprenta del Pueblo Roberto Matthews reflexionó sobre el rol de la lucha de estudiantes y trabajadores durante la década de los 60´ y 70´, en relación al clima de época que vive nuestro país. Sin comprender el pasado, resulta imposible imaginar un futuro.

Nos sentamos en la mesa tres generaciones distintas, por un lado el Vasco Orzaocoa, a su derecha su hija Mariana, y del otro El Aspirante. En una charla entre mates vamos preguntándonos acerca de lo que vivió en los años 60´ y 70´ en nuestro país como joven y su acercamiento a la militancia como modo de vida. Devolviendo consejos y preguntas en clave de analizar el rol que depara a la juventud de nuestro presente. Además, comentan sobre el trabajo colectivo que vienen realizando en la recuperación de la Imprenta del Pueblo Roberto Mathews, ubicada en Barrio Observatorio, en la cual funcionó una imprenta clandestina de periódicos del PRT-ERP entre los años 1974 y 1976.

Los hijos de los 2000 buscamos encontrar en la voz del Vasco una respuesta colectiva. Nos faltan las personas que no pueden hablar porque fueron asesinadas, desaparecidas. Saber sobre este proyecto al cual le entregaron sus vidas, conocer los sueños que en contrapeso tuvieron un sacrificio difícil de dimensionar en nuestra realidad.

El Vasco, como le dicen todos, nació en Santa Rosa de la Pampa en 1946, allí hizo el ciclo primario y luego en el Colegio Nacional de varones finalizó el secundario. En ese momento surgió la idea de continuar los estudios en la universidad. Recuerda que en ese momento la mayoría iba a estudiar a La Plata pero por insistencia de su padre decide venir a Córdoba ya que era más provinciano, no existía el conflicto estudiantil que se sabía ya había en Buenos Aires. Hijo de una madre maestra y un padre empleado público, en 1964 llega a la provincia y comienza a estudiar la carrera de abogacía en la Universidad Nacional de Córdoba. 

Juventud divino tesoro

El Vasco destacó de su encuentro con el espíritu universitario de la época, que “una de las mejoras más grandes que se lograron también en este periodo fue la posibilidad de que la clase trabajadora mandara a sus hijos a la universidad, eso era una conquista histórica porque no se había dado antes una situación de ese tipo. Si ustedes ven la foto de la reforma universitaria del 18´ van a encontrarse con, primero casi todos varones y segundo, la mayoría de esos varones estaban ligados a familias adineradas. A partir del 60´ en el movimiento universitario encontramos que en el caso nuestro de la UNC la mitad eran mujeres entonces eso ya fue una cosa muy importante, la presencia de las mujeres en las aulas fue algo extraordinario.”

-¿Vos comenzaste a militar en la universidad?

-No, mira durante mi primaria y secundaria mi relación social había sido la de estar ligado a la parroquia de la ciudad a la acción católica y a partir de allí una sensibilidad social que nos llevaba a hacer tareas comunitarias en los sectores más postergados de la ciudad, en las villas. Allí íbamos grupos de chicos estudiantes católicos y tratábamos de mejorar de algún modo la situación de esa gente tan postergada. Bueno todo eso fue creando en mí una visión social, una sensibilidad social muy grande. 

Me acuerdo haber leído con mucha atención la encíclica  “Mater et Magistra” del papa Juan XXIII que fue una encíclica muy avanzada porque incluso planteaba la socialización de la economía, la socialización del comercio. Bueno fue una encíclica que empezó a apuntalar a sectores de la iglesia hacia la teología de la liberación. Allí empezó mi comprensión de la historia argentina, de cómo siempre se había dado esa contradicción entre los de abajo siempre postergados, explotados, oprimidos, trabajadores, en muchos casos en los pueblos originarios y por otro lado los sectores de arriba que eran sectores dueños del poder, dueños de la política, dueños de la riqueza y eso fue creando en mí una conciencia que permitía empezar a entender lo que era este país. Bueno eso se trasladó a Córdoba y me ligué a muchos jóvenes que tambien venian como yo de familias de trabajadores muy humildes pero con una conciencia de lucha, de derechos que había que ganar, que había que conquistar y bueno a partir de allí de enfrentarnos a esas dictaduras militares que eran todo lo contrario, que venían a profundizar ese modelo de país.

¿Y cómo era ese encuentro con estos compañeros? ¿Cómo se reunían, hacían alguna actividad? ¿Cómo se conocían?

-Era muy fácil porque vivíamos en las mismas pensiones estudiantiles. Cuando quisieron privatizar el comedor universitario la respuesta fue unánime de todos los compañeros que vivíamos en Córdoba porque podíamos ir pagando monedas al comedor universitario. Si eso cambiaba, si teníamos que pagar un plato de comida nuestra estadía en la ciudad se hacía casi imposible y por lo tanto lo más probable era nuestro regreso a nuestras ciudades y no poder continuar los estudios. Entonces la lucha por el comedor universitario fue una lucha muy importante del movimiento estudiantil de Córdoba y allí encontramos la solidaridad del movimiento obrero. En ese momento nosotros teníamos extraordinarios dirigentes obreros, personas muy capacitadas, muy lectoras como Agustín Tosco, como Gregorio Flores, como René Salamanca y personas de extraordinaria sensibilidad social como Atilio López. Entonces así fue como fueron transcurriendo nuestros primeros años en la universidad y así fue como todo este conglomerado social de estudiantes y de obreros en el 69´ hizo el Cordobazo. El Cordobazo es una respuesta masiva de repudio a la dictadura, de rechazo a toda una ofensiva capitalista que quería privatizar toda la economía, cerrar los trenes, cerrar las universidades en muchos casos. Bueno eso fue resistido por los estudiantes y por los trabajadores, y así fue como el Cordobazo inició un nuevo escenario político.

-¿Y en vos significó eso también el Cordobazo?

-Claro, claro, me conmovió profundamente ver en la calle la presencia de miles y miles de jóvenes y obreros planteando la necesidad de una sociedad distinta era algo realmente conmovedor. Y eso creó además lazos espirituales, lazos ideológicos muy sólidos que se sintetizaban un poco en la unidad obrero-estudiantil con programas muy importantes. Programa como el de Huerta Grande, el de La Falda, el de la CGT de los argentinos, como Sitrac Sitram que expresaban transformaciones profundas de la economía, de la sociedad, de la distribución de los bienes que además tienen hoy una profunda vigencia. 

Así es como entramos en la década del 70´, que tiene que quedar claro especialmente para ustedes que no conocieron, que no estuvieron en ese momento. Que la década del 60´ es un poco el laboratorio de la década del 70´. La década del 70´ no podría haberse dado tal cual como se dio, los alineamientos de fuerza no se podrían haber dado, la construcción de organizaciones sociales y políticas que se dieron en el 70´ no se podrían haber dado sin los debates, sin las polémicas, sin los esfuerzos de la década del 60´. Eso es muy importante a tener en cuenta, es muy importante que ustedes los jóvenes lo tengan en cuenta porque para conocer, entender o vislumbrar el futuro hay que tener un conocimiento muy profundo del presente y el pasado

-¿Crees que como nuevas generaciones eso sucede hoy en día?

-Ese es el grave problema que tienen ustedes como generación, nosotros no lo tuvimos porque nosotros tuvimos la voz de nuestros padres, la voz de nuestros abuelos, la voz de nuestros maestros en los colegios secundarios y la universidad en cambio ustedes no tienen la voz nuestra porque la voz nuestra fue desaparecida. La voz nuestra fue desaparecida con 30 mil compañeros, de los mejores compañeros, de los intelectuales más desarrollados, los artistas que más habían profundizado el arte, la literatura y que fueron desaparecidos. Y por otro lado en los 70´ también, especialmente a fines del 70´ se dió un éxodo de miles y miles de jóvenes que se tuvieron que salir del país porque su vida peligraba y entonces eso también es un faltante generacional. Entonces la cadena generacional que es siempre la que mantiene la historia, mantiene las tradiciones, mantiene los ideales fue rota con este genocidio y eso me parece que es un tema fundamental a tener en cuenta para hoy entender por qué es tan escaso el conocimiento que ustedes tienen sobre los pliegos, sobre los dias, sobre las luchas del 60´ y del 70´. Es una ignorancia totalmente planificada por el poder que estaba interesado fundamentalmente en que todo ese legado desapareciera. Somos muy pocos los que hoy, protagonistas de los 60´ y 70´, podemos hablar y es un faltante, muy relativo lo que nosotros podemos decir porque durante muchos años no pudimos hablar. Recién ahora hay muchos que se empiezan a animar a hablar.

Bueno por eso yo quiero decirles que la vida nuestra fue una vida muy linda

-¿A qué te referís con esa frase?

-Cuando yo cuento siempre alguna cosa de estas siempre hay algún compañero que malinterpreta en realidad porque dice “uh lo que tuvieron que vivir ustedes que cosa mas dificil, mas oscura” y no es así. Nosotros los mejores años de nuestra vida los vivimos durante los 60´ y los 70´. ¿por qué fueron los mejores años de nuestra vida? porque fueron años llenos de ideales, de esperanzas, de proyectos, de futuro. Nosotros teníamos un proyecto de que el Sheraton fuera una gran escuela, que fuera una casa de niños y no un hotel para ricos y eso estuvimos a punto de conseguirlo. 

Fue muy próxima la posibilidad del logro de nuestros proyectos y nuestros sueños. Por eso el horror, el terror, el miedo profundo de la burguesía por nosotros y por eso la decisión tremenda de ahogar en sangre todos esos proyectos, todas esas ideas y así lo hicieron. Por eso cuando se habla de la violencia hay que entender una cosa, las clases dominantes están dispuestas a defender sus privilegios de cualquier manera incluso acudiendo a la violencia más genocida. 

Bueno eso es un poco esta historia nuestra, nosotros hemos recuperado esta casa hace seis años.

Fábrica de ideas

La Imprenta apenas se recupera y baja el equipo de antropología – Gabriel Orge 2021

-¿Qué sucede en esta casa?

-La Imprenta del Pueblo Roberto Mathews y más o menos la hemos recuperado para contar toda esta historia que acabo de relatar. Esta era una fábrica de ideas, no es cierto de que nosotros éramos terroristas fanáticos de la violencia, de ninguna manera. Lo principal eran las ideas y acá los compañeros sacrificaron sus vidas para que el pueblo argentino tuviera un periódico cada quince días donde se explicaban el por qué de la situación del país y cuáles eran las salidas, los proyectos, los ideales, el programa para Argentina. Eso fue hecho con muchísimo sacrificio, los compañeros dieron su vida por esto y bueno nosotros muy modestamente queremos continuar la tarea de estos compañeros. Queremos continuarla e incluso ahora nos han regalado unas máquinas para que sigamos imprimiendo y lo vamos a seguir haciendo, imprimiendo ideas. Y las ideas van dirigidas a ustedes en primer lugar que son las ideas para construir la vida: nosotros construimos nuestra pareja, nuestra relación con los hijos, construimos la vida cotidiana con estas ideas, estos proyectos, sueños y fuimos felices. Quisimos construir con nuestras compañeras, con nuestros compañeros, nuestras hijas e hijos una sociedad mejor, una sociedad más justa, una donde la justicia pudiera ser una realidad y por lo tanto el desarrollo humano una seguridad en este país, en el mundo.

-Miro a Mariana, me gustaría escucharla porque conozco lo importante que es este lugar para ella. Reconoce con la mirada mi pedido y comienza: 

-En esta casa se alberga una memoria que es la memoria de la lucha revolucionaria. ¿por qué queremos esto? Primero porque no solo desaparecieron a toda una generación sino que se instaló un relato de la historia que borra las luchas pero es siempre así. Desde la época de los originarios la lectura que pone el poder de la historia es que bueno eran personas atrasadas que menos mal que vino el desarrollo. Entonces siempre hay una lectura y lo mismo pasó con nuestra lucha de los 60´, los 70´. No solamente borran una generación sino que se instaura un relato de la historia donde borran lo más importante que son nuestras grandes herencias.

Entonces si una persona común fue San Martín o fue Artigas, Belgrano o fue Juana Azurduy, Victoria Romero ¿por qué nosotras no? nosotras perfectamente podemos y principalmente queremos cambiar la historia.

Este no es un lugar de memoria melancólica y de solamente recordar sino de acción, de juntarnos, de militar, de estudiar. Esto de la formación y el estudio es permanente, el Vasco siempre lo está diciendo y surgió de compañeros que tuvieron la iniciativa de hacer encuentros de estudiar. Y una vez que vos empezas a entender y lo empezas a ver simple, sin tanta cosa porque vos decis la política y claro vos ves tanta cosa enrevesada, traidora, mentirosa no te dan ganas. Hipocresía, doble discurso. Pero cuando vos empezás a entender que es accesible entender por qué este país es así como es y por qué estamos así y si no hacemos algo esto va a seguir así entonces bueno la actitud empieza a cambiar. 

¿Lo imposible cuándo se vuelve posible?

-Hablar de una vida linda entre clandestinidad, secuestros y asesinatos parecería ser contradictorio y al mismo tiempo no, ¿cómo hacían para sostener los sueños en el contexto como el que se vivió en la última dictadura cívico-militar de nuestro país? 

-Lo que pasa es que en esa circunstancia es cuando más se estrechan los afectos, más fuertes se crean los vínculos, que se yo, yo bueno hicimos una pareja con Mercedes, una pareja hermosa y eso fue sí podríamos decir dificil no se si emplear ese término pero era muy lindo, encontrarnos dos personas que pensábamos lo mismo, que teníamos los mismos ideales, que proyectabamos lo mismo y bueno eso se dió en miles de casos. Todo eso se alimenta de ideales porque lo otro es la mediocridad del que tiene, del que le sobra, del rico. Nosotros con esa mediocridad no queríamos ni conciliar en lo más mínimo, por eso es igual todo lo que fuera corrupción, todo lo que fuera poder, todo lo que fuera eso no servía para nosotros.

La idea era construir una sociedad mucho más auténtica y bueno la dificultad es evidente, si vos te vas a poner en contra del poder es evidente que vas a tener dificultades porque el poder es así, el poder te va a tratar de destruir. Eso lo hace ahora y lo ha hecho siempre así que hay que estudiar, hay que formarse, hay que tener convicciones y entender que eso es lo principal en la vida sino qué otra cosa. Convicciones, ideales, proyectos, futuros, esperanzas, eso es la vida no es otra cosa.

-Mariana aporta:

-En estos tiempos sufrimos quizás otras opresiones más invisibles pero son muy contundentes. Quizás no hace falta una dictadura pero la opresión es clarísima: no alcanza para alquilar podes tener trabajo, podes tener salario y sos pobre, que los jubilados se estén muriendo de hambre y además con un mensaje muy violento, mucho odio, represión. Pero como él dice eso de contactarse con un proyecto eso creo que nos salva, por lo menos es lo que a mi siempre me inculcó “hay que tener un proyecto”, ante cualquier angustia, cualquier depresión que yo he pasado siempre me sacaba de ahí esa herramienta que me parece a mi me ha servido. Y bueno de cómo hacer para sacarnos la derrota y poder salir hacia afuera y vincularnos, como sea vincularnos y sobretodo ellos hicieron una experiencia de vincularse con las poblaciones más desprotegidas, ellos se fueron a vivir a una villa entonces si nosotros estamos tratando de sobrevivir en nuestra casita de manera individual y tratando claro encima fragmentados y separados, ¿cómo nos vinculamos?, creo que no estamos conociendo bien otras realidades.

Exposición, al reabrir las puertas de la Imprenta, de los periódicos que se repartían – Gabriel Orge

-Hacemos una pausa para renovar el mate y continuar, reviso mis notas y cuales son las preguntas que tengo anotadas. Repaso y selecciono algunas para cuando retomemos.

-¿Por qué crees Vasco que es importante tener un proyecto, ideales que guíen tu vida?

si no tenes un proyecto, si no tenes un ideal, ¿de qué vale la vida?. Hay un momento en el que vos te vas a levantar y te vas a preguntar, bueno y para qué me levanto y si no encontras una respuesta te vas a acostar de vuelta todo el día y eso no sirve para nada. Entonces esa es la tarea que las nuevas generaciones tienen que hacer, nosotros estamos acá tratando de alentar esa perspectiva y mostrando lo que hay acá como se muestra una decisión generacional que fue la del 60´, del 70´ de los compañeros Abdonur, Martinez, Picante, Mercedes que vivieron con mucha alegría, vivieron muy felices pero porque tenían una perspectiva, tenían un motivo para levantarse temprano y hacer cosas. Bueno yo creo que eso es algo que ustedes tienen que tener muy en cuenta y bueno, yo soy muy optimista respecto a todo esto.

Miro el celular, pasaron dos horas y aún queda la sensación de que quedan temas por conversar. Les agradezco por el tiempo y apago el grabador. Cerrar con una conclusión con pretensiones de verdad resultaría contradictorio al ritmo de esta conversación. Concluir con la invitación a preguntas propias de cada uno, abre a lecturas amplias sobre las interpretaciones que se pueden hacer a partir de leer este relato testimonial. 

Fuente: Archivo familiar Orzaocoa