Martina Pisana, estudiante de 22 años de quinto año de la carrera de Licenciatura en Comunicación Social, con Orientación Gráfica, salió elegida como abanderada de la Facultad de Ciencias de la Comunicación (FCC) en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). Debido a su alto rendimiento académico e involucramiento en la vida universitaria, tiene el honor de portar la Bandera Nacional en cada acto de colación y entrega de títulos de la FCC durante el periodo del 2025 al 2026.
¿Qué te inspiró a elegir la carrera de Comunicación Social?
– Lo que más me inspiró fue darme cuenta de que siempre me interesó cómo circulan los discursos en la sociedad, cómo los medios influyen en la manera en que pensamos y cómo la comunicación atraviesa todas las relaciones humanas. Desde la secundaria me gustaba mucho escribir, analizar noticias y participar en proyectos culturales, y sentí que esta carrera me daba un espacio para unir todas esas inquietudes.
¿Siempre tuviste claro que querías estudiar Comunicación o fue una decisión que fuiste construyendo en el tiempo?
– No lo tuve tan claro desde un principio. Al terminar el colegio estaba entre varias opciones relacionadas con lo social y lo cultural. Fue una decisión que fui construyendo con el tiempo, a partir de charlas con docentes, experiencias en talleres de periodismo escolar y la necesidad de elegir una carrera que me permitiera tener una mirada crítica de la realidad.
A lo largo de la carrera, ¿hubo alguna especialización o área dentro de la comunicación que te haya apasionado más? ¿Cuál es la que elegiste y por qué?
– Sí, me atrapó mucho el área vinculada a la comunicación política y al análisis del discurso. Me interesa entender cómo se construye la opinión pública, de qué manera los discursos mediáticos inciden en lo social y cómo la comunicación puede ser una herramienta para disputar sentidos. Elegí la orientación gráfica para poder profundizar en esa línea, ya que me motiva la posibilidad de investigar y aportar herramientas críticas para pensar el presente.
¿Hubo algo que te haya marcado para tomar esa decisión?
– Lo que me marcó fue participar en algunos seminarios y proyectos de extensión donde trabajamos con comunidades y organizaciones sociales. Ahí entendí que la comunicación no es solo un medio para informar, sino también un espacio de poder y transformación. Esa experiencia fue clave para definirme.
¿Por qué elegiste la UNC?
– Elegí la UNC porque es una universidad pública con una gran tradición en la defensa de la educación como derecho. Además, la Facultad de Ciencias de la Comunicación tiene un perfil crítico y plural que me atrajo desde el primer momento. Me interesaba ser parte de un espacio donde conviven diferentes miradas y donde la formación se combina con el compromiso social.

¿Cómo te enteraste que eras abanderada?
– Me enteré primero a través de un correo oficial de la facultad. Fue un momento muy especial, lleno de emoción y orgullo, porque esa noticia le dio un sentido enorme al esfuerzo y la dedicación de todos estos años.
Antes de que te contactaran, ¿sabías que existía esta tradición de reconocer a los mejores promedios con la bandera en la FCC, UNC?
– La verdad es que no lo conocía. Me enteré recién cuando me contactaron desde la facultad y me explicaron de qué se trataba. Fue una sorpresa muy linda, porque me hizo descubrir una tradición cargada de simbolismo y reconocimiento académico que hasta ese momento desconocía.
¿Cuál fue tu reacción al saber que saliste abanderada?
– Sentí una mezcla de orgullo y de emoción muy grande. También lo viví como un reconocimiento no solo personal, sino colectivo: a mi familia, a mis compañeros y docentes que me acompañaron, porque el recorrido por la facultad siempre es compartido.
¿Te imaginaste que en algún momento de tu paso por la facultad ibas a ser abanderada?
– La verdad que no. Siempre me esforcé por estudiar y aprender, pero nunca con la idea de competir por un lugar. Cuando me lo confirmaron fue una sorpresa enorme, y a la vez un recordatorio de que el esfuerzo, la pasión por lo que una hace y la constancia realmente tienen sus frutos.

¿Qué hábitos o estrategias de estudio sentís que fueron clave para tu recorrido académico?
– Lo que más me ayudó fue organizar bien los tiempos y ser constante. No dejar todo para último momento, sino leer de a poco y repasar seguido, y hablar los temas con compañeros. Y, algo fundamental, aprender a equilibrar: estudiar pero también descansar y cuidar la salud mental.
¿Qué consejo le darías a estudiantes que recién están empezando la carrera o que a veces sienten que es difícil seguir adelante?
– Que no se frustren si al principio cuesta o si sienten que se atrasan. La carrera es un proceso personal. Cada quien tiene sus tiempos y está bien. Les diría que busquen apoyarse en compañeros y docentes, que se animen a preguntar y a participar en proyectos, porque eso enriquece mucho la experiencia. Lo más importante es recordar por qué eligieron Comunicación y volver a esa motivación en los momentos difíciles.
¿Qué mensaje te gustaría dejarle a la comunidad de la Facultad de Ciencias de la Comunicación?
– Me gustaría dejar un mensaje de gratitud y de compromiso. Gratitud porque esta facultad me dio herramientas críticas y humanas que me marcaron para siempre, y compromiso porque creo que como comunicadores tenemos la responsabilidad de usar lo que aprendimos para aportar a una sociedad más justa, plural y democrática. La FCC es un espacio diverso y vivo, y siento orgullo de haber sido parte de él.