El saneamiento busca frenar enfermedades y mejorar la calidad de vida de más de 300 familias que viven a la vera del canal.

Después de más de una década, en agosto comenzó finalmente la limpieza de un trayecto de 620 metros del canal que bordea las villas Mafekin, El Pueblito, Costa Canal y Las Violetas. Lo que antes permitía el curso de agua, hace más de 15 años acumula basura y afecta la vida de las 300 familias que viven sobre su margen.

La Dirección de Higiene Urbana de la Secretaría de Ambiente y Economía Sustentable de la Municipalidad de Córdoba y los Centros Operativos de Colón y Ruta 20 iniciaron la limpieza en agosto y el operativo durará, por lo menos, tres meses más a causa del gran caudal y diversidad de residuos.

La situación de salud de los vecinos y su calidad de vida son alarmantes: dengue, infecciones respiratorias y de la piel, sobre todo, en niños y ancianos. A su vez, el canal contiene puentes de paso peatonal y vehicular, que se obstaculizan con las lluvias por la cantidad de barro que se produce. Además, se genera un colapso que provoca que todas las calles que rodean las casas se inunden, arrastrando con el agua una gran cantidad de residuos acumulados. Por este motivo, se construirán nuevos puentes de concreto.

Celeste, que vive hace 35 años a la vera del canal, comenta: “La basura impacta mucho en la vida, por el tema de la salud, hay muchos chicos con enfermedades en la piel. Cuando llueve, los chicos no pueden pasar para ir a la escuela de tanto barro que hay. El foco infeccioso está todo el tiempo presente, al igual el olor a podrido. Cuando pasás por acá, es inaguantable”.

La basura también genera imposibilidades en la vida cotidiana de los vecinos, cuenta la misma vecina: “Todas las casas que están alrededor, que están pegadas al canal, tienen que tener las ventanas cerradas por el olor. En el verano, se te llena de mosquitos y moscas”. La situación se acrecienta con otras condiciones del barrio: no se dispone de agua potable ni de energía eléctrica. Así recuerda María, madre de Celeste, que vive allí desde que el canal estaba rodeado por chacras y monte: “Yo críe a mis hijos dándoles esta agua de tomar”.

A su vez, los camiones de recolección de residuos no pueden ingresar al barrio a causa de la estrechez de las calles. Por lo que las familias de estos barrios arrojan la basura allí mismo. “Lo que más me preocupa es que esto no cambia, cada vez hay más basura, antes era menos. Y la gente no toma conciencia de que cada vez está peor y siguen tirando. Los responsables a veces son los propios vecinos, y hay muchos carreros que juntan basura de otro lado y vienen y la tiran acá. El descarte es acá”, se quejó Celeste.

Así, la labor realizada por Servidores Urbanos (pertenecientes a cooperativas del mismo barrio, subcontratados por la Municipalidad) y por los camiones excavadores de la misma Municipalidad se ve aplacada por la acción de la propia comunidad. Una de las trabajadoras comentó que tienen un vecino carrero que deposita en el canal los residuos recolectados durante su jornada. A pesar de que los ve hacer la limpieza con frecuencia, cuando le piden que no vuelva a arrojarlos, les responde: “Es su trabajo”.

“Todo muere en el canal”, concluye Celeste, enumerando la cantidad de situaciones que generan capas y capas de insalubridad sobre su vida y la de sus vecinos: un caballo que muere tras quedar empantanado en el barro, los múltiples residuos arrojados por los carreros, los autos robados incendiados en el interior del canal, la quema de kilos y kilos de basura.

No se trata solo de limpieza, se trata de dignidad, bienestar y calidad de vida. “Es muy agradable ver que se esté limpiando el canal, es algo lindo para los chicos, para que no se enfermen más. Va a cambiar muchísimo para todos”, finaliza Celeste.

Ante una situación similar de arrojo ilegal, realizá tu denuncia en el Instituto de Protección Ambiental y Animal llamando al 351 2089570 de 8 a 17 hs o enviando un correo electrónico a ipa@cordoba.gov.ar.