En General Cabrera, el aire tuvo gusto a fiesta. Durante tres tardes que se estiraron hasta
entrada la noche, el festival Sabores del Maní volvió a reunir a la gente alrededor de su fruto
más querido, ese pequeño grano que sostiene una historia de trabajo y orgullo.
Desde temprano, los alrededores del predio principal se llenaron de gente. El aroma a maní
tostado, el sonido de la música en vivo y el murmullo constante del público fueron
marcando el ritmo de unas jornadas que mezclaron lo mejor de la gastronomía local con el
encuentro social.
Los food trucks ofrecieron desde maní saborizado hasta platos más elaborados, y no
faltaron los clásicos postres y cervezas artesanales. Entre risas y charlas, la gente se
acercaba a probar, a mirar, a disfrutar. Los artistas que pasaron por el escenario fueron
bien recibidos: hubo aplausos, baile y ese entusiasmo espontáneo que hace sentir que el
público también forma parte del espectáculo.
Durante el día, se desarrollaron clases de cocina en vivo que mostraron la versatilidad del
maní en distintas recetas, y también actividades familiares como el Prodepalooza, pensadas
para acercar al público al trabajo que hay detrás de la industria manisera, orgullo productivo
de la región.
La fecha coincidió con la temporada de cosecha, lo que hizo que los sabores estuvieran
más presentes que nunca. En cada plato, en cada producto artesanal, se notaba la frescura
de un fruto que no solo impulsa la economía local, sino que también representa parte de la
identidad de Cabrera y de toda Córdoba manisera.
Con un cierre multitudinario y un ambiente de satisfacción general, Sabores del Maní 2025
dejó la sensación de haber cumplido su propósito: reunir a la comunidad alrededor de lo que
la hace única.