BEG. Créditos: UNC

La continuidad de los estudios de muchos de ellos puede verse seriamente comprometida si se avanza en la suspensión de las prestaciones del subsidio “Boleto educativo cordobés” (BEC) o si los acuerdos que sostienen el mismo son incumplidos.

El jueves 12 de septiembre se anunció una medida de fuerza por parte de las empresas de transporte interurbano que prestan servicios en la ciudad de Córdoba. La misma consistía en la no prestación de servicios a aquellos que quisieran utilizar los transportes abonando con el sistema BEC. ¿La razón? Empresas prestadoras denuncian el incumplimiento de pagos por el Estado Provincial. Finalmente la provincia abrió una mesa de diálogo con las empresas que acordaron suspender la vigencia de esta medida que hubiera empezado a correr este lunes. Pero mientras estas negociaciones se tejían, la preocupación y malestar en muchos estudiantes se hizo presente.

Agustín, residente de Alta Gracia y estudiante en la UNC declaró el jueves cuando aún no había expectativas de una solución: “si no arreglan voy a tener que dejar la carrera”. Explicó que gastaría 8 mil pesos de ida y vuelta, 40 mil en una semana. En un mes son 160 mil pesos: “no puedo pagar eso”. Este es uno de los tantos ejemplos de estudiantes que cursan en la Casa de Trejo y que pueden continuar en ella gracias a beneficios como el que proporciona el acceso al BEC. Para estas personas el mismo es esencial.

En la actualidad, de todos los estudiantes cordobeses en la UNC, casi la mitad de ellos (el 45%) vienen de lugares fuera de la ciudad, según el Anuario Estadístico 2022 (UNC). Para poner un número concreto a esta estadística, estamos hablando de un universo de más de 50 mil estudiantes.

Según lo publicado por el Ministerio de Economía y Gestión Pública para el segundo cuatrimestre de 2024, el sistema BEG alcanza a casi 290 mil personas, entre ellas docentes, no docentes y alumnos. Vale señalar que son justamente los alumnos de los diferentes niveles educativos quienes más usan este servicio, correspondiendo con cerca del 90% de usuarios. Solo en el tramo universitario la cifra asciende a poco menos de 100 mil estudiantes. Con este número en perspectiva sería lógico reconocer que miles podrían perder la continuidad en sus carreras de suspenderse el BEC.

En cuanto a los requisitos para acceder “el BEC está dirigido a alumnos regulares de nivel inicial, primario, secundario y superior de instituciones públicas de gestión estatal y de gestión privada con aporte estatal. Alumnos regulares universitarios de instituciones públicas y privadas (con beca de por lo menos el 50%). Docentes y No Docentes que presten servicios en las instituciones educativas públicas de gestión estatal y de gestión privada con aporte estatal que integran el sistema educativo público en la provincia, en los niveles inicial, primario, secundario y universitario”.

La historia del Boleto Educativo Gratuito (BEG), ahora rebautizado como BEC es de larga data. El mismo consiste en una política pública sostenida por la Provincia de Córdoba desde el año 2011, más concretamente desde el 12 de diciembre de ese año de la mano de la gestión del entonces gobernador José Manuel De la Sota. En su momento De la Sota lo anunció declarando que “el boleto gratuito no se trata de un subsidio al transporte, es un apoyo concreto a la educación, para que todos nuestros docentes; no docentes y alumnos puedan estar en tiempo y forma y gratuitamente en el lugar a donde se aprende y se enseña, que son nuestras escuelas, establecimientos educativos y universidades públicas”.

Por el momento las discusiones parecen haberse encauzado y la provincia muestra voluntad de continuar sosteniendo la política pero es importante recordar que, mientras que para algunos puede ser un alivio al bolsillo, para otros es la diferencia entre la continuación o no de su formación educativa.