Murió Nora Morales de Cortiñas, Madres de Plaza de Mayo, línea fundadora.
En el trabajo periodístico de Luciana Bertoia en Página 12, la autora contó que el hijo de Nora, Carlos Gustavo, militaba en la JP. En los primeros tiempos, lo hizo en la Villa 31 junto al Padre Carlos Mugica. El 15 de abril de 1977, Gustavo salió para el trabajo. Nunca llegó.
Nora se metió en plena dictadura en la Mansión Seré, el centro clandestino que funcionaba en Castellar. Esperaba escuchar algún grito que le permitiera saber si su hijo estaba retenido allí. Nunca logró saber cuál fue el destino de su hijo.
En 2012, cuando ya llevaba 35 años buscando, volvió a presentar un hábeas corpus. El juez le preguntó por qué lo hacía, la respuesta fue punzante: “Antes de morirme quiero saber qué pasó con Gustavo”.
https://www.pagina12.com.ar/740968-murio-nora-cortinas-un-emblema-de-la-lucha-por-los-derechos-
Nora sigue presente hoy y siempre. Donde exista un viejo Antonio que nos muestre otra realidad y nos abra los ojos.
Sueña el viejo Antonio
Antonio con Sueña que la tierra que trabaja le pertenece, Sueña que su sudor es pagado con justicia y verdad sueña que hay escuela para curar la ignorancia y medicina para espantar la muerte, sueña que su casa se ilumina y su mesa llena, sueña que su tierra es libre y que es razón de su gente gobernar y gobernarse, sueña que está en paz consigo mismo y con el mundo. (…) El virrey no descansa, va con sus médicos y entre todos deciden que es brujería india y entre todos deciden que sólo con sangre se liberará de ese hechizo y el virrey manda a matar y encarcelar y construye más cárceles y cuarteles y el sueño sigue desvelándolo. En este país todos sueñan. Ya llega la hora de despertar…
Antonio es el disparador de un sentimiento de rebeldía por aquellos que se quedaron sin derechos desde mediados de los 70. Aquellos que buscaban un horizonte libre de tipos que solo saben de odio, muerte, desaparición y vuelos. Libre de grandes capitales e intereses que no respetan el libre pensar y solo buscan oprimir al pueblo desde el poder.