Por Jazmín Farías, Iván Martino y Valentina Robert
Una menos cuarto en Ciudad Universitaria. Tras pasar la rotonda que transforma a Boulevard Chacabuco en Boulevard de la Reforma, uno ya no tiene que preocuparse por cruzar la calle sin que lo pisen, pues el tráfico está cortado. Sobre la vereda y la calle caminan decenas de adolescentes -varios, con su conjunto de promoción-. Algunos se dirigen a la muestra. Muchos, también, se van: son los que estuvieron aquí toda la mañana.
Entre los días 5 y 7 de septiembre de 2023, desde las nueve, se realiza un evento que congrega a las 15 facultades, las organizaciones estudiantiles y muchas otras áreas de la Universidad Nacional de Córdoba. ¿Su propósito? Promover entre los interesados -sobre todo estudiantes avanzados de secundaria- un primer contacto con la vida universitaria y las posibilidades educativas y ocupacionales.
Un primer indicio, para los jóvenes, de que se encuentran en la universidad pública es la cartelería de los centros de estudiantes. Las consignas más visibles aluden a un posible panorama político para la educación: Ni vouchers ni recortes. Educación pública y Plata para la educación, no para el FMI. La participación política estudiantil es una dimensión irrenunciable de la vida universitaria. No obstante, el contraste entre su ausencia en la educación secundaria y su omnipresencia en la universidad puede generar tanto entusiasmo como rechazo en los nuevos estudiantes.
De camino a los escenarios, el primer stand corresponde al Centro de Estudiantes Sur, que, por cambios de fechas y horarios de inscripción, no consiguió un lugar en la carpa que aloja a la mayoría de los centros estudiantiles, uno al lado del otro, bien apretujados. “Allá son todos morados. Estamos haciendo la resistencia”, lanza una de las militantes.
“Esperamos más de 50.000 asistentes, que es el número que relevamos años anteriores”, había declarado Matías Lingua, Secretario de Bienestar y Modernización de la UNC para un móvil matutino de Canal 10. Cuando culminen las tres jornadas, se habrán realizado 66 charlas con profesionales en las salas y el patio del Pabellón Argentina. Además habrán tenido lugar 20 prácticas y actividades de divulgación en tres “nodos interactivos”, ubicados sobre parte del Boulevard de la Reforma. A su vez, desde el cantero del boulevard habrán partido 54 visitas guiadas hacia distintas facultades de la Ciudad Universitaria.
En torno a una de las carpas destinadas a las prácticas se reúne un pequeño grupo de personas. Allí está siendo entrevistada la escritora Lucrecia Gómez, quien participó en el guion de la serie de streaming División Palermo. “Lo que tienen que llevarse de esta charla es que, incluso fracasando de manera sistemática, pueden llegar a Netflix”, remata Lucrecia luego de repasar su derrotero, consistente en haberse lisiado y quedar en silla de ruedas, haber dejado las carreras de Cine y de Letras Modernas, y haber perdido una beca del Fondo Nacional de las Artes.
Como escritora, logró plasmar su vida en el libro Cinco historias de una inválida imprudente y un poema para no perder la dignidad, publicado en 2021 bajo la editorial La Hendija. Además, actualmente conduce un podcast llamado Iluminada, lisiada, enfurecida y tullida en el cual cuenta sus vivencias en tono humorístico.
“Yo hablo con mucho cariño de las carreras, porque ahí aprendí pensamiento crítico. No haber terminado no se siente como un fracaso, porque me llevé muchas cosas”, reflexiona Lucrecia. Afirma que fue a un secundario “re careta”, que no propiciaba la reflexión disidente. En contraste, posiciona su experiencia en la universidad: “Acá encontré un montón de actividades y de personas re inclusivas, en el sentido de que solían preguntarme ¿Qué opinas de esto? ¿Qué pensás de lo otro?”. “Eso resultó muy estimulante”, asegura.
El escenario alternativo, que ocupa el centro del Pabellón Argentina, acerca propuestas alternativas y complementarias que la UNC ofrece a través de sus áreas y secretarías. Una de las propuestas más recientes, que aún se encuentra en desarrollo, es Campus Norte. Se trata de un área fundada en octubre de 2022 que propone carreras gratuitas cortas y con el enfoque puesto en la inserción laboral. Algunas de ellas enseñan técnicas muy específicas, como instalación y reparación de aires acondicionados, otras, proponen un contenido más interdisciplinario, como Competencias digitales para el trabajo.
El escenario central, la estructura más grande que se erige sobre el boulevard, es la que más atrae a los curiosos. Ahí se encuentran los stands de las 15 unidades académicas y de la Secretaría de Bienestar Universitario y Modernización. Adentro, donde apenas se puede caminar, voluntarios estudiantes entregan folletos e informan sobre las alternativas académicas, programas y herramientas que acompañan a la comunidad estudiantil durante su vida universitaria, tales como becas, talleres y actividades de promoción para el trayecto estudiantil, referentes a deportes, salud, género y extensión universitaria.
“Me gustaría que haya más recorridos por facultades, que no sean siempre las más importantes como Ciencias Económicas, Abogacía, Medicina, Psicología… que se muestren más facultades que no son tan conocidas”, opina Guadalupe (16), estudiante de 5to año de la secundaria. Sin embargo, la joven destaca: “Me gusta que en cada charla haya un licenciado que te cuente su experiencia. No solamente que haga quedar bien a esa facultad, sino que cuente todo: lo bueno y lo malo que tiene. Porque todo el mundo le ve la parte buena, pero también tiene sus consecuencias o sus problemas. Si podés decir algo negativo de la facultad es más real, y no solamente una fachada”.
Naomi (19), estudiante de Ingeniería Agronómica, habla sobre las miradas que despertó su elección de carrera: “Mi abuelo vive en el campo, es del campo, y me impulsó a hacerla. Mis amigos me dijeron “¿Cómo vas a estudiar eso?”, y que el campo era feo. Entonces les dije que es lo que me gusta. Me gusta el campo, es lo que me apasiona y lo voy a estudiar. Me juzgaron mucho”. Sobre su experiencia de cursada comentó: “Me llevo el compañerismo que hay en la facultad, el ambiente. Te ayuda mucho”.
Eugenia (18), alumna de Kinesiología y Fisioterapia, también relata su breve paso por la facultad: “lo que más me llevo de la experiencia son los amigos, cagarse de risa en las clases. Yo soy una persona muy antisocial y cuando los conocí a ellos me empezó a gustar más la carrera que al principio. Gracias a ellos sigo la carrera. Si no, me hubiera deprimido de una manera abismal y capaz que me hubiera vuelto. Yo soy de un pueblo super chiquito de dos mil habitantes, así que imagínense venir acá y ver un mundo entero. Fue bastante difícil adaptarme a la rutina de la facultad. Mi fortaleza es que me encanta la carrera y quiero terminarla, quiero ejercerla, quiero seguir ayudando, quiero hacer de todo”.