Por Agustín Rafael –

Estuvimos en la Cuarta Bienal de Comunicación de la FCC, con la presencia de Darío Aranda (periodista. Trabajador precarizado del diario Página12 desde 2003. Escribe en la cooperativa La Vaca y colabora con FM La Tribu.) y las vecinas del barrio san Antonio, Vecinas Unidas en Defensa de un Ambiente Sano (conocidas como VUDAS). La charla fue organizada por el “Seminario de Cultura Popular y Cultura masiva, el seminario de Periodismo Científico y Redacción Periodística UNO”, asistieron 50 personas.

Se logró identificar que el gran foco del debate estaba puesto en cómo un periodista ecológico, que desea una comunicación digna y genuina sobre los daños ambientales y poblacionales que genera el extractivismo y el agronegocio.       Causas que atentan contra la calidad de vida de las personas convivientes en zonas aledañas a lugares donde se practica el extractivismo o zonas de producción fabriles del agronegocio que desechan sus toxinas a cielo abierto, contaminan el suelo y el agua que los vecinos habitan cotidianamente.

Como consecuencia a eso; tienen que luchar constantemente contra grandes empresas, un ente de producción y también contra el mismo estado, ser periodista amigo del ambiente es luchar en contra de un sistema donde se hace todo lo posible para que las noticias de casos ambientales no salgan a luz.

Ser periodista ecológico en pleno Siglo XXI parecería que es imposible, porque sin la voluntad de querer generar un cambio genuino en la sociedad no se puede. Bajo la lógica que se maneja en los medios hegemónicos de comunicación que a su vez también son los mismos que aglutinan y acaparan toda la información para que solo lo que se difunda y se viralice sea lo que ellos deciden, para hegemonizar todo discurso de comunicativo, en dirección a vaciar de todo contenido político/ecológico la llegada de los medios tradicionales a la gente. Vaciar de debate para que la gente de los barrios no sepa que puede decidir luchar para echar a los negocios extractivistas de sus ciudades o a las mismas industrias de químicos agrónomos que contaminan el agua, el suelo y el aire de sus barrios enferma a los pibis y toda persona que viva en un radio de 5km a la redonda.

Lo peor es el rol que juega el estado, un estado ausente, un estado que dice ser democrático en la toma de decisiones pero que no le permite que la gente de los barrios pueda decidir si echar al agronegocio de sus barrios es o no una opción para ellos. Un estado que reprime y censura la lucha de las madres que van a pedir que por favor les saquen a las empresas que contaminan sus suelos. Un estado que prefiere dejar morir a la gente antes de perder un peso proveniente del agronegocio y el extractivismo.

Por esta situación de abandono social están pasando las madres y niños del Barrio San Antonio, en la provincia de Córdoba. Las madres del Barrio San Antonio han formado un grupo de resistencia que se llamado VUDAS, crean este grupo hace diez años atrás en el 2013 para poder dar la pelea contra Porta Hnos. una empresa que produce Bioetanol en su barrio y no solo está afectando la composición genética tanto de niños como de adultos, sino que también contamina el agua que beben y el aire que respiran a más de 5km a la redonda, esto afecta a gran parte de la son sur de la Provincia de Córdoba.

Estas son algunas de las razones por las que siempre realizar un trabajo periodístico sobre algún tema ecológico es muy difícil hasta se podría decir que imposible ante medios de comunicación masiva que hegemonizan y acaparan toda la información difundiéndola de la forma que les parezca más productiva según la importancia económica/política que tenga dicha en la noticia.

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